EDUCACIÓN
La educación es el proceso de facilitar el aprendizaje o la adquisición de conocimientos, habilidades, valores, creencias y hábitos de un grupo de personas que los transfieren a otras personas, a través de la narración de cuentos, la discusión, la enseñanza, el ejemplo, la formación o la investigación. La educación no solo se produce a través de la palabra, pues además está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Generalmente, la educación se lleva a cabo bajo la dirección de las figuras de autoridad: los padres, los educadores (profesores o maestros), pero los estudiantes también pueden educarse a sí mismos en un proceso llamado aprendizaje autodidacta. Cualquier experiencia que tenga un efecto formativo en la forma en que uno piensa, siente o actúa puede considerarse educativa.
La educación puede tener lugar en contextos formales o informales. La educación formal está comúnmente dividida en varias etapas, como Educación preescolar, escuela primaria, escuela secundaria y luego la universidad o instituto. Al concluir la formación se expide un comprobante o certificado de estudios, que permite acceder a un nivel más avanzado. Existe una educación conocida como no formal (no escolarizada) por la que, a diferencia de la formal, no se recibe un certificado que permita acceder a un nuevo nivel educativo al terminar la formación; normalmente, los lugares que ofrecen la educación no formal, son los centros comunitarios, instituciones privadas, organizaciones civiles o el Estado. El estudio de la educación se denomina pedagogía, ahora se habla de la necesidad de continuar con los procesos educativos más allá de la educación formal.
EDUCACIÓN Y LA REALIDAD
Nuestra realidad histórica nos
empuja hacia la comprensión de la Educación de manera más dinámica, reclama con
urgencia que la dotemos de vitalidad, por medio de su inserción en los cambios
que se están produciendo en otros ámbitos de la Sociedad y romper de esta forma
con el pasado. Para no ubicarnos de espalda a la realidad que vive la humanidad
y la civilización actual, debemos comprender nuestro compromiso con las
acciones transformadoras, que reclaman la creación de los cimientos
intelectuales y prácticos que concurran a la eliminación de la disparidad en
que nos encontramos con respecto a las Naciones avanzadas del mundo. Para no
equivocarnos debemos tener una exacta visión del tiempo, en que las Sociedades
sufren las consecuencias del acelerado proceso Científico y Tecnológico que ha
permitido a la humanidad explorar el espacio extraterrestre; pero al mismo
tiempo se observan las exigencias de parte de amplios sectores sociales por
mejorar sus condiciones de existencia, en cuanto alimentación, salud,
habitación y seguridad contra los flagelos Naturales y Sociales. Vivimos para
no errar, una época de cambios acelerados que afectan los hábitos, las
costumbres, las relaciones humanas, la actividad productiva, la cultura, el
saber y a la educación misma. Donde las inquietudes humanas, las esperanzas y
las creencias, adquieren una dimensión que traspasa las demarcaciones trazadas
por la Historia o de aquellas creadas por la Geografía.
Un
programa de desarrollo podado de las perniciosas adherencias de la Demagogia
Política debe partir de la garantía para todos sus habitantes del nivel de
formación más alto posible, lo cual implica tomar medidas especiales tendientes
a favorecer a quienes por su situación económica- se han mantenido marginados
de la Cultura, la Política y la Economía. Con el fin de hacer los capaces de
comprender, transformar su medio y movilizar sus recursos, por la adquisición
de valores prácticos logrados, a partir de una enseñanza basada en el
saber-hacer, orientada a poner fin al verbalismo memorístico y aburrido,
carente de realismo y de fervor de Patria, rasgos que caracterizan a una
Educación dominada por la tradición. Es necesario darse cuenta, que la rápida
expansión del conocimiento Científico y Tecnológico durante los últimos años
del presente siglo, están produciendo mutaciones en la base material de la vida
del hombre, que lo afectan en su totalidad; abriendo un campo inmenso de
posibilidades de transformación a las fuerzas que pugnan por la construcción de
una Sociedad más justa y equitativa; donde las desigualdades dejen de ser una
condición degradante de la existencia humana. No queda la menor duda, de que en
nuestro tiempo se desarrollan procesos llamados a transformarlas injustas
estructuras del Estado y la Sociedad, las mismas que bloquean las posibilidades
de una efectiva Educación. Es que los límites dentro de los que se desenvuelven
las realizaciones de la actual civilización son desbordados por las
consecuencias de los nuevos procesos. La expansión, la significación y
velocidad de las transformaciones en la actividad Económica, las secuelas
producidas por los ritmos que presentan los descubrimientos Científicos y las
nuevas Tecnologías, aportan la base del tal afirmación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario